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viernes, 25 de junio de 2010

DISCURSO SOBRE EL DISCURSO (DESDE EL VIDEO HACIA EL ARTE)

En el video, lo más importante es el discurso y sin embargo, todavía muchos videos carecen totalmente de un orden de ideas necesario para dirigir al espectador paso a paso hacia una profunda reflexión sobre el conflicto en cuestión.

Un videoartista debe estar preparado para exponer sus ideas en forma ordenada, dando razones para probar cada uno de sus argumentos de modo que el público pueda encontrar una estructura lógica que le permita al final obtener una conclusión precisa sobre el tema expuesto.

En este sentido, puedo decir que al artista le hace falta un poco de vocación de docente, no precisamente para que se dedique a “dictar clase”, sino mas bien para que se dedique a la enseñanza, es decir, para que se habitúe a poner señas, indicios, gestos o cualquier clase de signos que puedan articularse a modo de códigos para entablar una comunicación con el usuario final de la obra, a fin de darle a conocer esa realidad que ha descubierto, razonado o entendido de antemano.

Un videoartista debe asumir una posición frente al videoarte. Como videasta debe tener los argumentos para distinguir la intención artística de su video de otras intenciones como la didáctica, la comercial, la experimental o cualquier otra intención que posiblemente está asociada a otras formas de conocimiento y como artista, debe tener la inteligencia necesaria para construir su propio concepto de arte, uno propio, con el que pueda sentirse identificado, que no sea impuesto por nadie sino construido con la experiencia y la razón porque de ese modo va a querer ser consecuente con ese concepto y va a buscar una metodología que le permita actuar de acuerdo a su modo de pensar, lo que finalmente se convierte en una gran habilidad.

El discurso refleja el uso de la razón. El discurso es una reflexión exhaustiva sobre un tema en particular. El autor es libre para elegir el tema de su discurso y sin embargo, en el caso del arte es conveniente que el artista además examine un conflicto estético, ya no porque se trate de una limitante que la academia le impone al estudiante, sino porque es un complemento necesario para diferenciarse de los filósofos, los antropólogos, los periodistas o cualquier tipo de investigador social o científico.

El artista se identifica por su reflexión sobre la sensación y la percepción de la belleza. Ya no se trata solamente de revelar una verdad oculta, descubierta por el artista, también se trata de representar esa verdad de una modo distinto al que está acostumbrado el público general, ya sea de modo poético, simbólico, metafórico, abstracto o a través de un sinnúmero de recursos de estilo que el autor puede escoger a su antojo pero con la responsabilidad de concertar con su público un punto de vista que halague su inteligencia.

De todos modos, el discurso debe tener una estructura narrativa, con un principio, un desarrollo y un final. Un principio que ubica un contexto y dentro de ese espacio y tiempo, uno o una serie de interrogantes que el protagonista busca solucionar en el desarrollo a través de un complejo camino de señales que poco a poco debe ir relacionando de viejos y nuevos modos para encontrar una salida. Una respuesta posible mediante la cual el protagonista se transforma tanto como el espectador y como el realizador de la historia. quienes al final pueden observar esa recreación del mundo de un modo diferente.

Diferente porque el arte es una excusa que existe precisamente para salir de la monotonía de la cotidianidad, sea lo que sea que eso signifique. El arte es una excusa para la libertad, pero hay que dejar en claro que la libertad no es una excusa para el desorden, no! De hecho es todo lo contrario como se ha tratado de establecer a lo largo de este ensayo.

El arte es una acción fundamentada en la razón que le permite al individuo escudriñar nuevos sentidos a las acciones o a los objetos que le rodean, porque cada uno de dichos elementos, sea real o imaginado, tiene una forma, una utilidad y un significado que nos permiten identificarlos como tal, pero sin mayor obstáculo, podemos jugar con a intercambiar formas, usos y significados para encontrar otras correspondencias y por ende otras lógicas con las cuales ejercitar nuestra fuerza mental para obtener unas razones a partir de otras, sacándolas como consecuencia de unos principios o infiriéndolas a partir de comparaciones, de cotejos, de indicios y señales.

Oh si, el arte nos permite eso y mucho más. Sin embargo este ensayo termina aquí, dejando claro que el arte necesita del discurso y viceversa. Su relación recíproca es la que nos permite evolucionar, porque de otro modo ya se habría dicho todo y el arte no tendría sentido. El arte es una excusa para enseñar pero también para persuadir, el arte en sí mismo es doctrina, es ideología, es tesis y punto de vista, es razonamiento y es una compleja exposición de un tema en público, el arte es una serie de estímulos que han sido puestos en juego para manifestar de modos diversos, aquello que se piensa o que se siente. Y finalmente, si usted revisa en el diccionario de la real academia de la lengua el concepto “discurso” encontrará que su significado también sirve para explicar el concepto “arte”.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me alegra mucho este ejercicio que has venido realizando a través de tu blog.

Me gustaría invitarte a participar en el Festival de blogs de Global Voices en español, que tiene como tema: "La Mujer en la red". Aquí algunos enlaces que te pueden orientar: http://bit.ly/dijJEn y http://bit.ly/csESLf .

Saludos!

Cati

Carlos González Hidalgo dijo...

Cati gracias, leí la convocatoria y veo que no alcanzo a publicar nada para el festival, pero quedo pendiente de escribir el post, porque de todos modos es un tema que me interesa. Gracias de nuevo.