En el arte, al igual que en toda manifestación humana, lo verdaderamente importante no es lo que siente el autor, sino lo que este hace sentir al receptor de su obra. Esta afirmación está presente en todo: En el amor, en la ira, en el temor; y si no, piensen en qué momento el amante o el atracador pueden tener éxito en su empresa?
De todos modos habrán detractores que piensen que es más importante lo que siente el autor, pero en ese caso también es importante que quien observa, pueda darse cuenta de aquello que siente el autor, y entonces en ese momento la habilidad del artista será evaluada nuevamente por aquello que el espectador pueda captar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario