Una vaca tímida

A veces una fotografía no es capaz de revelar una historia sin ayuda de palabras. Esta vez fuimos de paseo a recoger a mi hermano hasta Cumbal porque estaba cumpliendo 33 años. Ya veníamos de regreso, cuando vimos esta vaca a un lado de la carretera y alguien (no me pregunten cómo) se dio cuenta de que estaba marcada con el número 33. Entonces decidimos parar y hacer posar al homenajeado junto a ella para tener una no tan típica foto de cumpleaños. Cuando la vaca advirtió una presencia detrás y otra (yo) adelante, con un instrumento que le apuntaba, salió corriendo! 

Nosotros también nos asustamos, pero luego salimos a alcanzarla. La vaca atravesó la carretera y como pudo saltó a un potrero que quedaba un poco más bajo que el asfalto. Luego siguió moviéndose para evitar a los improvisados paparazzis. Ya junto a otra vaca se sintió más segura, sin embargo como yo seguía disparando intentando capturarla con mi cámara, eventualmente descubrió las ramas, que usted puede ver en la foto, para esconderse. Me atrevo a afirmarlo y a contar esta pequeña historia porque aunque no me crea, ella, la vaca, cada vez que yo ponía pose de fotógrafo, agachó la cabeza para ocultarse.